Cecilia
- Eduardo Brockman
- 11 mar 2022
- 1 Min. de lectura

Salgo de la nube de humo
que inunda mi habitación
y me percato que no es mi turno
de experimentar la transición.
Las noches púrpuras son,
a veces de color azul,
ya no sé cómo se siente el sol
porque mi caparazón ya no es de tul.
Quiero huir de mi alma
para ya no llorar mis sueños,
quiero estar en la cama
en donde ellos ya no son destellos.
Esto es momentáneo,
el dolor ya no imaginario.
Pues luz y energía soy,
alguien más vibrante
por ser hija del sol.
Fuerte
como la más sincera convicción.
Ágil,
y ese artículo es menos a mi calificación.
Soy unificación de mi alma y amor.
Soy Cecilia,
la de fuerte e incinerante valor.
El ser
antónimo al temor
y rima
de la palabra “amor”.
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