Deseos
- Eduardo Brockman
- 17 oct 2020
- 1 Min. de lectura

Veo tu cara
mi corazón se detiene.
Veo tu cuerpo
y mi deseo de vos se mantiene.
Escucho tu voz,
susurros
y me provocas escalofríos.
Solo los dos,
desnudos.
Espero a que la luna se eleve
para tomarte de la cintura,
me indicas que no sea leve
y nos ponemos a bajar la calentura.
Veo tu cara
mi corazón se detiene.
Veo tu cuerpo
y mi deseo por vos se intensifica.
Recorro tus caminos,
curvas de placer.
Me guías al Sur,
fuente de suspiros.
Tu mano en mi cabeza,
presionando para que beba de tu elixir,
y tu exuberante anatomía se comporta como honda sonora.
Expides perfumes de amor, sinfonías de éxtasis.
Somos dos que se unen para ser uno,
estoy en vos.
Bailas al son hipnotizante de nuestras voces
reducidas a susurros y nuestro alfabeto se reduce a la letra M.
Te deseo
veo tu mirada roja de tu verde
y me estremece.
Te deseo
que beso cada rincón de tu piel,
me pierdo en tus colinas gemelas del norte
y gozo correr en los senderos de tus montañas del sur.
Soy un jinete,
halo las riendas rojas
y azoto para acelerar mi carrera.
Te deseo
que toco fuerte tu cara para saber si eres real
pues cada segundo con vos es para mi una ilusión.
Hechicera, que sabe como mover la vara mágica.
Montada en la escoba, grita la bruja de magia blanca.
Mitológica es tu figura
por eso te llamo diosa.
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