Lo Difícil de una Pausa
- Eduardo Brockman

- 28 oct 2021
- 1 Min. de lectura

¿Detener o posponer?
Es lo que siempre me cuestiono
cuando me percato que de brazos cruzados estoy.
Últimamente la musa se ha disipado,
la motivación se ha guardado
y el YO que quiero se ha esfumado.
Eso siento…
colisioné contra una gran pared
me desmoroné y esparcí en la nada.
“No todos es cuento de hadas”
y mientras más organizada la agenda estaba,
no estipulé que la inspiración no es cuantificada.
Que difícil es una pausa,
más si no es anunciada.
Que dificil es detener
abruptamente
lo que tanto deseabas.
Pero ¿Por qué?
No lo sé…
Unos dicen que volé
sin tomar impulso.
Que gasté mis energías
en lo poco
y no reservé para lo mucho
del futuro.
Que difícil es una pausa
cuando motivado estabas.
pero como fuga en balsa,
me fui hundiendo
en el pacífico de mis tristezas.
No es fácil,
la constancia,
la resiliencia.
Sí, difícil resultan las pausas,
pero solamente se limitan a eso,
congelar el proceso
para posteriormente
darle al PLAY.
Y heme aquí,
tratando de escribir algo
que sin duda ha salido de forma orgánica,
solo brotando de la idea frustrada
de “no he hecho nada”
“Me siento estancado”
“Me siento en pausa”.
No sé si le di al play,
pero al menos sigo avanzando
y eso es mucho mejor
que sentirse estancado.
Sí, que buenas son las pausas.




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